Cómo Ayudarse para combatir el Estrés
¿Entiendes las
razones por las cuales te estresas tanto? ¿Te gustaría saber que es el estrés,
como funciona y cuáles son sus causas principales? Conoces el impacto que tiene
sobre tu cuerpo y tu estado anímico? Aquí tienes todas las respuestas...
Estrés, ¿qué es?
El estrés es una
respuesta general de nuestro organismo ante demandas internas o externas que
nos resultan amenazantes. Consiste básicamente en una movilización de recursos
fisiológicos y psicológicos, para poder afrontar tales demandas. El estrés en
sí mismo no es “malo” porque prepara a nuestro cuerpo para responder a las
situaciones que surgen. Sin embargo puede ser muy perjudicial cuando estamos
expuestos continuamente a situaciones estresantes, si el estilo con el cual
afrontamos las situaciones no es adecuado o si nos faltan recursos personales
para afrontar dichas situaciones.
¿Cómo funciona?
El estrés es una
forma de funcionamiento que genera emociones, pero no es una emoción en sí
misma. Se da en todas las personas y bajo condiciones normales, mejora el
rendimiento y la adaptación al medio social, laboral, o académico. Todo empieza
cuando se percibe como amenazante una situación, ya sea un peligro real, u otra
situación que no amenaza nuestra supervivencia. El cerebro envía una orden al
sistema nervioso autónomo que se encuentra en la médula espinal y que tiene la
misión de regular funciones vitales como el corazón, la respiración, la
segregación de hormonas etc. Comienzan entonces a aparecer esas sensaciones que
llamamos nerviosismo o miedo y cuyos síntomas son la taquicardia, respiración
acelerada, sudor en las manos, "nudo" en el estómago. El estrés tiene
la importante función de movilizarnos frente a situaciones amenazantes o
preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar el riesgo,
neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente. Por ejemplo, nos ayuda a
estudiar si estamos frente a un examen, estar alerta ante una cita o una
entrevista de trabajo, huir ante un incendio, etc.
Las causas
típicas
Por un lado
tenemos causas BIOGÉNICAS - elementos físicos o químicos que actúan
directamente sobre nuestro organismo como por ejemplo el ruido, la temperatura
o iluminación en el ámbito laboral) etc. Por otro lado hay causas PSICOGÉNICAS:
pueden ser situaciones estresantes poco habituales con un impacto extremo como
catástrofes, violaciones, guerras; acontecimiento o bien fuera de nuestro
control o que están directamente relacionados con decisiones personales como
una enfermedad, pérdida de un puesto de trabajo, muerte de un ser querido,
estudiar una oposición, cambio de lugar de residencia, una separación, una
boda. Y por fin tenemos las molestias cotidianas que nos pueden generan
malestar: ansiedad a situaciones sociales, ansiedad ante el primer día de
trabajo o antes de una reunión, ansiedad ante la posibilidad de que alguna
persona nos rechace, conflictos o pequeñas discusiones, estar con determinadas
personas, críticas, demasiada carga mental en el trabajo, estar en un atasco,
etc...
¡No todo estrés
es malo!
El estrés tiene
una connotación altamente negativa pero no siempre es así. En función del grado
de intensidad, de la duración o de la repetición de situaciones estresantes,
hay un estrés malo (DISTRÉS) pero también uno bueno (EUTRÉS). Distrés provoca
pensamientos o sentimientos de disgusto e inadaptación y puede generar una
situación de agotamiento, sobrecarga o desgaste que sobrepasa el límite de
tolerancia de nuestro cuerpo y puede convertirse en patógeno, perjudicando
seriamente nuestra salud. Mientras Eutrés es de un nivel y de una duración
razonables y nos lleva a motivación, estimulo, acicate, reto. Va acompañado por
emociones positivas como placer, satisfacción y excitación.
¡¿Porque me
estreso yo tanto?!
Como respondes a
una situación o un acontecimiento estresante tiene que ver con tu propia
valoración de tí mismo y de la situación:
CÓMO TE VALORAS A TÍ MISMO
¿Tengo recursos
y habilidades suficientes para afrontar la situación? ¿Me siento capaz? ¿Puedo con
esto? Allí entran nuestros valores, creencias y exigencia de sobreesfuerzo
físico o mental.
CÓMO VALORAS LA
SITUACIÓN o EL ENTORNO
Si percibes la
situación como amenaza y piensas que no la puedes manejar, tu cuerpo empieza a
responder con el estado de distrés y su nivel dependerá de cómo te sientes
vulnerable en el momento. Si la misma situación la percibes como un reto, se
trata de un Eutrés.
No importa si la
situación es realmente amenazante o no, la respuesta fisiológica y psicológica
de nuestro organismo es la misma, ¡es aquí donde tenemos un problema!
Estrés, un
factor riesgo para muchas enfermedades
Es un hecho
comprobado: el estrés a largo plazo puede llevar a trastornos fisiológicos y
patologías psicológicas. El estrés a nivel fisiológico afecta a cada persona de
forma distinta. Cada uno dispone en su organismo de un área especialmente
vulnerable a la que se denomina órgano diana. Mientras que hay personas que se
manifiestan con problemas de estómago, hay otras que lo hacen con problemas musculares,
dolores de cabeza o arritmias. Cuando se mantiene el estrés durante un periodo
de tiempo prolongado, el estrés se convierte en un factor de riesgo importante
para enfermedades de corazón, cáncer y accidentes cerebro vasculares. Se pueden
producir cambios a nivel endocrino, dificultando el funcionamiento del hígado y
de los riñones, favorece la aparición de hipertensión, conducta de fumar,
obesidad etc. El estrés se relaciona con otras enfermedades que, a pesar de no
ser mortales, afectan a nuestro bienestar y calidad de vida (ejemplos: asma,
dolor crónico, las alteraciones gastrointestinales, el insomnio, beber alcohol
en exceso, etc).
A nivel
psicológico, el estrés puede desencadenar la aparición de trastornos de diversa
gravedad (trastornos afectivos, trastornos por ansiedad, disfunciones sexuales,
brotes psicóticos, etc.). El estrés deteriora el funcionamiento normal de
nuestro cuerpo, ocasionando experiencias negativas mientras disminuyendo las
positivas. Nos sentimos con poca energía, mucha tensión muscular y un pésimo
estado del ánimo. Nuestro rendimiento laboral disminuye.
¿Te estresas? Si
es así, ¿qué piensas hacer al respeto?
Alimentos
contra el estrés
¿Qué comer o
evitar durante un periodo de estrés? La alimentación es un aspecto fundamental
para evitar que el estrés afecte a tu estómago, tus defensas y tu sistema
nervioso. De tus menús depende buena parte de tu estabilidad física y
emocional...
Top 5 alimentos
contra el estrés
1. PLÁTANO
Contiene
triptófano, un aminoácido precursor de serotonina (la hormona de la felicidad y
la calma), además de potasio y vitaminas B, que nutren el sistema nervioso.
2. AVENA
Es muy
relajante, muy rica en vitaminas B, calcio, zinc y magnesio, minerales
especialmente relajantes. Además ayuda a tener más energía y a dormir bien.
3. LECHUGA
Rica en
triptófano, es uno de los alimentos estrella de la cena para tener un sueño
reparador.
4. LECHE VEGETAL
DE SESAMO
Por su riqueza
en calcio, también relajante, MUY BUENA LEJOS DE LAS COMIDAS PRINCIPALES
5. ALMENDRAS
Precursoras del
triptófano y tienen minerales y oligoelementos que ayudan a relajar y nutrir el
sistema nervioso.
Mejor evitar...
§ ALCOHOL: estimula el
hipotálamo provocando un aumento de la secreción de ACTH. Ello da lugar a un
aumento de los niveles de adrenalina y cortisol, las hormonas del estrés que
nos preparan para una reacción de lucha o huída.
§ CAFEÍNA: aumenta el ritmo
cardíaco y la liberación de cortisol
§ SAL: la sal en exceso aumenta
la tensión arterial
§ AZÚCAR: provoca la secreción
de adrenalina, lo que produce ansiedad. Además interfiere en la absorción de
minerales relajantes tales como el magnesio y el calcio.
§ HARINAS REFINADAS: tienen el
mismo efecto que el azúcar.
¿Qué más puede
ayudar?
§ FITOTERAPIA: la valeriana,
el hipérico, la pasiflora, el lúpulo, la melisa, son remedios naturales y
muy útiles para estar tranquilos y enfrentar la vida con más calma.
§ HOMEOPATÍA: el argentum
nitricum, en dilución homeopática, es un remedio clásico para caso de
estrés puntual como los exámenes o hacer presentaciones en público.
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