Sensibilidad Corporal: Conectar con la Sabiduría del Cuerpo
Sabiduría de Nuestro Cuerpo
Wilhelm Reich, el iniciador de la
corriente psicológica con enfoque corporal, abre el trabajo psicoterapéutico centrado
en el ser físico, en nuestro cuerpo. Las emociones son manifestaciones
corporales. Son energía palpable que se mueve y siente. Por ejemplo, cuando la
persona está triste los ojos se cierran, enrojecen, y el acto de llorar es la
descarga de la tristeza. El ejercicio corporal es el inicio necesario en el
darse cuenta de lo que siente y vive la persona. Las experiencias de estrés,
las vicisitudes diarias, nos separan del contacto con nuestro ser físico. Las
situaciones dolorosas cierran al cuerpo para que no sienta y no sufra, y lo
hacen rigidizando y contrayendo los músculos. Las tensiones musculares indican
que nuestro organismo reaccionó a un evento agobiante. El trabajo físico ayuda
a soltar y descontracturarnos al impedir que nuestro cuerpo mantenga un estado
de alerta continuo o de estrés crónico, puesto que esto queda asimilado por la
forma y estructura física y también por nuestras actitudes frente a la vida.
Conectarnos con lo que pasa en el cuerpo significa recuperar lo real y concreto
de la existencia. Si sabemos qué sentimos, podemos saber qué necesitamos y
decidir qué hacer para satisfacer y cubrir tales necesidades y deseos. Movimiento,
respiración, sonido, vibración abren el espacio para confiarnos a nuestra
sabiduría corporal. Es conciencia pero también amor, cuidado, unidad e
integración con todo lo que somos. El cuerpo es lo que nos arraiga en la vida y
su vitalidad muestra la alegría de estar vivos; representa la disposición para
disfrutar de lo que hay en el mundo. Por lo tanto, para disfrutar y vivir lo
mejor que podamos es preciso permitir que nuestro cuerpo nos murmure al oído interior
lo que siente y tiene, acallando por un rato a la mente. J.G.U.
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