Las Crisis
Las crisis
Una crisis es un conflicto que
resulta del enfrentamiento de ideas, situaciones, paradigmas, conceptos,
creencias, actitudes y comportamientos nuevos contra nuestras concepciones ya
conocidas y establecidas.
La profundidad de una crisis está
en relación al grado de resistencia que tiene la persona para desprenderse de
sus esquemas antiguos y pasados de moda. Entre más arraigados e inconscientes
se hallen estas estructuras, más doloroso, difícil y arduo será el paso a la
siguiente etapa que necesita vivir la persona.
El ego tiene papel fundamental en
la renuencia al cambio. Manda señales de inseguridad, confusión, desajustes,
emociones negativas, miedo que causa dejar lo conocido (aun cuando sea muy
doloroso seguir esas pautas). Cuando se presenta la crisis, se nos está indicando
que todos los modelos antiguos que poseemos son obsoletos, insostenibles,
falsos, incongruentes. Son expresión de conclusiones arcaicas, que en su
momento facilitaron ciertas experiencias y maneras de ajustarse al medio
ambiente pero que la realidad actual de la persona, ya no admite más. Se dice
que las crisis son afloja hábitos congelados que necesitan ser derrumbados para
acceder a otros nuevos y actualizados. Sin este cambio de percepción es
imposible lograr equilibrio y paz, puesto que ello significa transformación,
evolución, y desarrollo individual. Sin este hecho que mueve a todo el ser de
la persona, es impensable el cambio.
El ego se encarga de poner todas
las defensas psíquicas y la propia voluntad para bloquear el cambio. Vida y
realidad, entorno y exterioridad, relaciones y ambientes, aplican presiones y
definen nuevas formas para que el ser humano, se adapte mediante la
modificación de sus estructuras internas. Vida exterior y vida interior se
influyen y cada uno de nosotros necesita realizar ajustes para facilitar su
fluidez en el vaivén de la existencia diaria.
El ser humano necesita aprender a
ser más libre frente a los cambios incesantes de la vida. La obstinación
individual se presenta en distintos ámbitos de la persona, por eso es necesario
hacer un inventario acerca de cuáles son las esferas en que más presento
resistencia y, por ende, pueden causarme dolor y sufrimiento. Libertad para
fluir y no aferrarse a concepciones viejas equivale a estar sanos y en armonía.
Las actitudes negativas y de no
aceptación de lo que vivo, expresan conflicto entre lo que pienso y creo.
Descubrir todo esto ayudará a tomar conciencia de lo que es insoportable y hace
fastidiante y dolorosa la vida. La negatividad e intolerancia puede aumentar
cuando no veo o no quiero aceptar que hay la necesidad de un nuevo giro para la
vida. Y entre más se enfoca la mente en ese asunto, más se separa la persona de
la felicidad y tranquilidad. El ego va a hacer creer que no hay salida, que es
inconcebible o irracional cualquier solución, y con estas defensas, arrastra al
corazón a sufrir y auto enfrentarse, a sufrir indeciblemente, a culparse y
martirizarse porque la persona se halla en un callejón que en realidad No
Existe. La persona se llena de negatividad, de sentimientos y emociones de
tristeza, miedo, impotencia y frustración. Entonces, para cada sentimiento y
pensamiento que exhiben o provocan el sufrimiento, se necesita realizar un
ejercicio para aclarar la verdad y la realidad del asunto que causa dolor.
Descubrir las manipulaciones, la comodidad, las ganancias secundarias, los
apegos, y profundizar con valentía y empeño, lo que de fondo hay. La primera
condición es desear trascender lo que duele y anhelar el cambio. En el camino y
proceso a esta inspección surgirán enredos y saboteos del ego: es loco,
absurdo, infantil, no vale la pena, no hay hacia dónde ir, nunca cambiarás, es
más fácil divertirte o hacer otras cosas; ya se te pasará, o lo olvidarás con
alcohol, yéndote a una fiesta, comprando lo que te gusta, o cualquier otras
cosa agradable al instante.
Las crisis señalan tiempos de
cambio y de oportunidades para crecer. Es el tiempo para observar nuestra
verdad interna aceptando los disturbios y la negatividad. Este es el primer
chance en el proceso de evolución.
J.G.U.
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